Renunciar a una herencia, algo cada día más habitual

Una de las muchas derivadas de la situación económica actual que estamos viviendo es el incremento en la renuncia de las herencias. En un momento en que, en muchas ocasiones, cuando muere una persona lo que heredan sus sucesores son deudas, estos toman la decisión de renunciar. Es normal, pero también pueden aceptarla a beneficio de inventario, o sea que aceptan las deudas hasta donde les corresponde conforme a lo que perciben.

¿Qué ocurre en estos casos? Si uno o varios herederos renuncian a la herencia, como esta no desaparece, iría a parar a los sucesivos herederos de acuerdo con lo establecido en la sucesión sin testamento, si no hubiera más herederos o estos también renunciaran, la herencia iría a parar en el estado o en la Comunidad Autónoma. La ley dispone que las Administraciones reciban la herencia a beneficio de inventario, que significa que responden de las deudas y otras cargas de la herencia hasta dónde lleguen los bienes que la conforman.

Según estadísticas del Consejo General del Notariado, desde 2007 hasta ahora se han duplicado en España el número de herencias renunciadas.

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