El paisaje cambia

En según que lugares el paisaje está cambiando. Hay movimiento inmobiliario. Aquí dos ejemplos:

  • “Las Francesas”, la zona frente al Barça, en Sant Joan Despí, hay 8 grúas en este momento.
  • La zona de Can Margarit, junto a Can Brians, hay unas 35 excavadoras y más máquinas trabajando, moviendo tierra, allanando, marcando calles… ¡Espectacular!! ¡Casi me emociono viéndolo!

Sin embargo, las noticias son contradictorias: El 20 de abril, en un diario nacional, podíamos leer el siguiente titular: “El precio de la vivienda sigue sin repuntar, mientras que en el conjunto de España el valor crece un 3% en Cataluña, aún desciende un 0’4%”. En el mismo diario, el 29 de abril: “El Banco de España certifica la recuperación inmobiliaria, buenas perspectivas, los precios suben.”

Pero nuestra realidad no es esta. Es cierto que nuestro ámbito de actuación se circunscribe a zonas «buenas en demanda», como Barcelona y cercanías, pero esto no es toda Cataluña. Soy consciente, pero nuestros datos internos mejoran en relación con el año pasado. En el primer trimestre, con relación a 2014, los resultados han sido los siguientes:

  • En venta:

San Just: un 24% más en ventas generadas; un 14% más que en el año anterior en ventas por encima de 300.000 €.

Sant Cugat: un 20% más en ventas generadas; un 25% más que el año anterior en ventas por encima de 300.000 €.

Barcelona: un 20% más de ventas generadas; un 17% más que en el año anterior por encima de 300.000 €.

 

  • En alquiler:

En todas las oficinas hemos realizado un número de operaciones similar al año pasado. Los precios en Sant Just han subido un 8%, en Sant Cugat un 1% y en Barcelona 8%. Estas son nuestras medias.

Uno de los temas actuales es que no hay mucho producto en el mercado, y el número de inmobiliarias crece exponencialmente, lo que hace que la profesionalidad caiga en picado. ¿Qué ocurre hoy? Que la mayoría por captar producto hinchan los precios y no piden documentación.

Sinceramente, ambas cosas son un desastre para el mercado, se crean falsas expectativas a los clientes, pero consiguen el producto y, después, ya irán haciendo el trabajo de convencer a los propietarios de que el precio no es lo que le dijeron al inicio. Las mismas tácticas que en 2002-2006. Para los inmobiliarios serios y profesionales, entre los que estamos nosotros, es difícil luchar contra esto.

El segundo tema es la moda de decirle al propietario que ellos hacen las cosas más fáciles, que no piden documentación, que ya la pedirán en el momento de cerrar la operación. Esto es un incumplimiento absoluto de la Ley, que establece qué documentación necesaria para poner a la venta un inmueble, para publicitar, etc. ¿Qué garantías tiene el interesado?

Hemos empezado a ver mandantes dudosos, fijados los honorarios respecto a precios de valoración, hinchados, publicidad de producto sin mandato, freelance por doquier con todos los costes a sus espaldas que harán lo que sea para captar, para vender… Tenemos todos los ingredientes para repetir y mejorar los errores cometidos en las épocas de la gran burbuja y todavía no hemos salido de la crisis. ¿Qué hacer para regenerar este sector? ¿Es imposible?

Quiero romper una lanza a favor de las empresas que hacen las cosas bien. Hay una larga lista, superada, pero con creces por las que lo hacen mal.

Y, como apunte independiente, para quienes estén interesados ​​en los libros, les recomiendo entrar en nuestro Youtube, miren las entrevistas que hemos hecho a los escritores Joan Margarit, Eduard Màrquez y Josep M. Vallés, ¡no tienen pérdida!

Immaculada Amat

Dirección